
Cómo alinear a tus empleados con los propósitos de tu empresa usando gamificación
Nada puede funcionar si no sabe qué se está haciendo y para qué se está haciendo. Pero, afrontemos la realidad: muchas compañías se muestran incapaces de transmitir a sus empleados qué se espera de ellos y de su trabajo. Así, ¿quién puede trabajar motivado? ¿Puede la Gamificación ser la solución a este problema?
Uno de los errores que se comente de manera más frecuente en la gestión de recursos humanos en pensar que nada motiva más que el dinero. No nos entendáis mal: para todos es importante sentir que recibimos un salario acorde y justo con el trabajo que realizamos, pero también nos gusta que nos feliciten cuando hacemos las cosas bien y que nos ayuden a crecer y avanzar cuando existen aspectos que debemos mejorar, a aprender. A veces, la estrategia más motivante y efectiva puede consistir en un buen feedback que permita a nuestros trabajadores desarrollarse como profesionales.
En su obra Drive, Dan Pink habla de tres elementos en tornos a los cuales gira la motivación intrínseca, esta es, aquella que nace del interior de cada persona y que la empuja a actuar no por la expectativa de una recompensa de tipo material, sino por la satisfacción que siente al realizar una determinada acción. Estos tres elementos son:
- Propósito: todos necesitamos saber cuál es el objetivo o fin que buscamos alcanzar.
- Maestría: las personas necesitamos sentirnos productivas y demostrar aquello de lo que somos capaces.
- Autonomía: el ser humano necesita sentir que puede valerse por sí mismo y que quienes están a su alrededor le consideran una persona lo suficientemente competente para encargarse de ciertas tareas de manera autónoma.
Implementar una estrategia de Gamificación que incluya mecánicas de juego tales como retos, medallas, niveles o rankings, permitirá que los empleados sepan en todo momento qué tareas se espera que cumplan, premiándoles cuando superan determinados desafíos, al tiempo que el factor competición les mantiene motivados para seguir participando dando el 100% de sí mismos.
Gracias a la Gamificación, la plantilla tendrá claro cuál es el propósito de sus acciones, hará valer su maestría superando los retos que ponemos a su paso y demostrará que puede trabajar de manera autónoma sin que un supervisor se vea obligado a vigilar sus pasos. Gana el trabajador, que ahora entiende su función en la compañía y se siente más motivado y productivo,, y gana la compañía, la cual se hace valiosa herramienta para registrar y analizar el desempeño de sus empleados, lo que le permite localizar líderes entre los miembros de su plantilla, detectar problemas que deben ser solucionados y elaborar el feedback necesario para que sus trabajadores continúen desarrollando sus habilidades.
Foto de leesean