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Cada vez son más los ejemplos de personas que aplican gamificación a la vida real. Uno de estos ejemplos es el de Jon Guerrera. Este estadounidense trabajaba como email marketing and CRM cordinator en Lot 18 pero tenía un sueño: entrar a formar parte del equipo de Google. Ese sueño comenzó a ver la luz cuando le dieron la oportunidad de hacer una entrevista en la empresa de Mountain View. Aunque pudiera parecer un verdadero golpe de suerte, Guerrera no lo tenía tan fácil. Cargado de proyectos en su empresa, no tenía apenas tiempo para prepararse la entrevista como Google, y su sueño, se merecía. Pero Guerrera, un gran aficionado a la aplicación de gamificación en diversos proyectos, decidió gamificar su entrevista en Google . En su blog personal Guerrera relata cómo se ayudó de la gamificación para preparar esta entrevista.
Establecimiento de hitos
Como cualquier proyecto de gamificación, Guerrera lo primero que hizo fue proponerse retos. En este caso los retos se identificaban con las horas diarias que dedicaba a la preparación de la entrevista.
Cada reto superado tiene su recompensa
Para aumentar la motivación en las horas de estudio dedicadas, cada hito conseguido tenía una recompensa fijada de antemano:
- Una hora de estudio: dos bebidas energéticas
- Cinco horas de estudio: una caja de su té verde preferido
- Diez horas de estudio: permitirse comprar ropa nueva
- Mantenimiento de la progresión en sus estudios durante 10 días consecutivos: comprar un artículo que tenga un valor no superior a los 100 dólares
Recompensas variables
Además de las recompensas fijas, también utilizó recompensas variables . Cada vez que dedicaba una hora adicional a su entrevista, lanzaba una moneda al aire dos veces seguidas. Si las dos veces seguidas salía cara obtendría una bebida energética adicional.
La gran recompensa final
Además de las pequeñas recompensas que Guerrera se fijó cada vez que lograba superar un hito, decidió fijarse una gran recompensa que solo obtendría si conseguía terminar su proyecto de gamificación personal con éxito. ¿Cuál? Un iPad Mini.
Seguimiento de su actividad
Cada vez que comenzaba a preparar la entrevista Guerrera encendía un cronómetro. El tiempo dedicado lo apuntaba en un post-it para comprobar su progreso. Cuando llevara 10 anotaciones seguidas se permitiría el capricho de los 100 dólares.
Barra de progreso
Después de las 16 primeras horas semanales dedicadas a la entrevista, Guerrera se sentía cansado y pensó que necesitaba una dosis de motivación extra. Así ideó una barra de progreso. Guerrera tenía una larga serie de preguntas que prepararse para la entrevista. Las agrupó en listas de 5 y cada vez que superaba una lista la barra de progreso se iba completando y veía como cada vez quedaba menos para que la entrevista estuviese preparada al 100% .
¿Qué hacer si la energía disminuye?
Aunque Guerrera estaba altamente motivado, su ritmo de vida hacía que en algunos momentos le resultase complicado estar implicado al 100% en la entrevista. Cuando vió que el cansancio empezaba a pasar factura ideó una nueva estrategia. En vez de desistir decidió probar con algo que no le supusiera mucho esfuerzo intelectual. Así, decidió grabarse mientras preparaba la entrevista y cuando el agotamiento hacía mella se ponía las grabaciones y escuchaba cómo lo estaba haciendo. En los trayectos de casa al trabajo y del trabajo a casa se ponía estas grabaciones.
Resultado
Y os preguntaréis… ¿Sirvió de algo el plan de acción de Guerrera? Por supuesto. Desde Noviembre forma parte del equipo de Google y según sus propias palabras, si a algo le debe ese trabajo es a la gamificación. Fuente el blog de @jonguerrera Fotografía de Roberto Arias