
Diez sensaciones positivas al aplicar gamificación en el ámbito laboral
Al ser humano le gusta jugar por naturaleza. El juego produce muchas sensaciones positivas y nos hace desconectar de lo cotidiano. Entre las distintas emociones positivas que producen el juego y la gamificación destacamos unas cuantas que se pueden trasladar al entorno laboral.
- Satisfacción: Jugar produce un alto grado de satisfacción, intensificando la motivación y el deseo de colaboración.
- Alegría: Cuando alcanzamos la meta propuesta y cumplimos los objetivos marcados nos sentimos alegres y más si también obtenemos algún tipo de recompensa por ello. La gratificación que produce jugar es enorme.
- Alivio: El juego supone una desconexión de lo cotidiano y provoca una sensación placentera de alivio.
- Amor: El amor es fruto del sentimiento de pertenencia a una comunidad.
- Creatividad: Jugar impulsa la creatividad y favorece el desarrollo de nuevas ideas.
- Curiosidad: Los seres humanos somos curiosos por naturaleza y los juegos hacen que aumente este grado de curiosidad y de querer saber más.
- Emoción: El factor emoción se intensifica más en el mundo virtual y de redes que en la vida real. Incluso las recompensas virtuales llegan a ser mejor recibidas que las materiales.
- Inspiración: La actividad del cerebro de una persona que juega es mayor que la de un no jugador. Tener una mente activa fomenta la creatividad y el sentido de inspiración.
- Orgullo: La capacidad de avanzar en el juego, desbloquear niveles y alcanzar metas fomenta el orgullo y la seguridad en sí mismo.
- Sorpresa: Al jugar también está presente el factor sorpresa seguido de grandes dosis de emoción.
Todas estas sensaciones solo son un ejemplo de los beneficios que la gamification puede aportar a la empresa y al entorno laboral. Fomentar aspectos como la competencia, compañerismo, creatividad y motivación son acciones que diferenciarán la experiencia del usuario en el trabajo, mejorando su actitud hacia el.
Foto de VFS Digital Design