
El mail no está obsoleto, sólo hay que saber sacarle partido.
La importancia que están cobrando las redes sociales como canal para que las empresas contacten y se relacionen con sus clientes es evidente. Las posibilidades de estas plataformas fomentan el feed-back de los consumidores y el diálogo de estos con las empresas. No obstante, no hay que olvidar otros canales importantes que las compañías pueden utilizar en Internet para la difusión de sus productos y servicios. Uno de estos canales es el correo electrónico.
Algunos los señalan como anticuado y sostienen que no merece la pena utilizarlo como canal de información debido a que los usuarios eliminan los mensajes incluso sin abrirlos. Pero, ¿dicen lo mismo los estudios al respecto?
Un informe realizado por eMarketer demuestra que el correo electrónico continúa siendo una herramienta muy efectiva para las empresas y que tres cuartas partes de la población americana usa esta herramienta regularmente. Llegados a este punto la siguiente pregunta es: ¿para qué y cómo debe utilizarse el mail?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el correo electrónico es una de las mejores formas de lograr nuevos consumidores cuya lealtad de afianzará más tarde en las redes sociales. Para contactar con aquellos usuarios que no conozcan la marca en cuestión el mail es una buena forma de hacerlo aunque… ¿cómo lograr captar su atención?
Existen varias estrategias pero la personalización de los mensajes y la adaptación de estos a los dispositivos móviles son las más recomendables. Teniendo en cuenta que un 36% de los correos electrónicos de todo el mundo se abren desde dispositivos móviles optimizar los textos adaptándolos a las pantallas o incrementando el tamaño de la fuente resulta casi imprescindible si se quiere llegar a ese tipo de público.
En definitiva, cualquier herramienta de comunicación es útil si los departamentos de marketing de las empresas saben cómo utilizarla de manera que puedan explotar al máximo sus posibilidades obteniendo de ella el máximo rendimiento. Cuando se hace de este modo no hay canales obsoletos para la comunicación; el verdadero enriquecimiento para una marca está en combinarlos todos exprimiendo cada uno de ellos al máximo.
The importance of Social Networks as a channel by which companies are able to contact and interact with their clients is undisputable. The possibilities of these platforms include stimulating feedback, and facilitating conversations between a business and its consumers. Nevertheless, it is important not to forget other important internet devices that companies can use for the distribution of publicity about their products and services. One of these devices is email.
Some view email as dated, and insist that it is not worth using as a method of obtaining information, as users delete messages without even opening them. But, do studies into the matter yield the same results?
A study carried out by eMarketer shows the electronic mail continues to be a very useful tool for companies and that three-quarters of Americans use it regularly. Thus, the next question is: How, and for what purposes, should email be used?
Firstly, one has to bear in mind that electronic mail is one of the best forms of attracting new customers whose loyalty will later be consolidated on social networks. In order to get in contact with users who are not familiar with the brand in question, email is a good way of doing so… but how can you capture their attention.
There are various ways of doing so, but personalising messages, and customising them to be more accessible on mobile devices are both recommended Bearing in mind that 36% of emails across the globe are opened from mobile phones, adapting the text to be best viewed on smaller screens, or increasing the font size can be fundamental when targeting this particular audience.
The truth is that any tool of communication is useful if the marketing department knows how to use them, taking advantage of their potential to obtain the best possible results. With this knowledge and understanding of the market and the best employment of technology to reach them, it could be argued that there really is no such thing as an obsolete form of communication: the best possible strategy for a brand is to combine a variety of forms, optimising each in the way suited to the particular form, to cover all areas, types of communication, and possible target audiences.