Gamificación para mejorar la comunicación en el trabajo
La tecnología ha desempeñado y desempeña un papel clave en las comunicaciones para mantener a empleados y directivos conectados en el lugar de trabajo, sin embargo y a pesar de los canales de comunicación internos y móviles que existen y de la mensajería instantánea disponible las 24 horas, el 74 por ciento de los empleados afirman sentirse desconectados. La gamificación se convierte en la herramienta perfecta para mejorar la comunicación deficiente en el entorno laboral.
La comunicación en el lugar de trabajo, ¿por qué es tan importante?
La comunicación efectiva es un ingrediente esencial para un negocio exitoso. De hecho, la comunicación deficiente se cita con frecuencia como la causa principal del fracaso. Además, los estudios han relacionado la comunicación inadecuada o ineficaz con todo, desde el aumento del ausentismo y la rotación de empleados hasta la reducción de los niveles de servicio al cliente y el bajo rendimiento de los accionistas.
¿Cuáles pueden ser las razones de una mala comunicación? La interrupción parcial o completa de la comunicación dentro de una empresa abarca diversos y muy diferentes motivos, por citar algunos, diremos la capacitación inadecuada y la integración cultural insuficiente pasando por la falta de retroalimentación y el bajo compromiso de los empleados. Es justo ahora, entonces, que entre en juego la gamificación para abordar y resolver estos y otros problemas.
¿Por qué y cómo puede la gamificación mejorar la comunicación en el entorno laboral?
La gamificación combina conocimientos de comportamiento, técnicas de motivación y principios de juego para lograr objetivos comunes que se engloban dentro del campo de la comunicación interna y externa.
Funciona porque motiva la participación de todos y cada uno de los miembros de la empresa, porque proporciona desafíos y fomenta las interacciones sociales y porque incentiva el rendimiento. Es decir, la gamificación vendría a hacer las funciones de la comunicación pero de una forma entretenida, atractiva, motivadora y satisfactoria para todos.
Para ser eficaz, la gamificación debe basarse en una estrategia cohesiva que equilibre el entretenimiento con el compromiso y los resultados empresariales.
Cómo crear una estrategia de gamificación que ayude a la comunicación dentro de la empresa
Crear una estrategia de gamificación que ayude a la comunicación dentro y fuera de la empresa y que a su vez proporcione un enfoque exitoso para el negocio, es más sencillo de lo que parece. Seguir los puntos que detallamos a continuación pueden dar la solución a una comunicación deficiente.
Marca los objetivos
La gamificación puede impulsar el uso de la intranet y promover una retroalimentación efectiva a través de las jerarquías si se definen los objetivos a corto medio plazo y se identifican los equipos que son más vulnerables a una comunicación deficiente. Primero el análisis, después la estrategia a poner en marcha.
Construye el juego correcto
Para obtener los mejores resultados, hay que tratar de incorporar la gamificación en los procesos de comunicación existentes en lugar de hacerla ver como un programa independiente. Por lo tanto, los elementos y la mecánica del juego se pueden incorporar directamente a las actividades y tareas relacionadas con la comunicación que los empleados desempeñan a diario.
Diálogo con los miembros de la empresa
Preguntar directamente a los miembros de la compañía permite conocer de cerca las necesidades de la organización mientras se implementa el proceso de gamificación. A su vez, al darles voz se incrementa el compromiso de los empleados en el proceso. Al aumentar el feedback con los miembros de la compañía estaremos mejorando la comunicación y el rendimiento a la vez que logramos retener el talento; desciende la tasa de rotación y damos solución a las áreas de mejora.
Ensayo y error
Incluso los programas de gamificación más meticulosamente diseñados deben ser susceptibles del método ensayo y error. Por eso es importante incluir las métricas de comunicación y gamificación en el proceso de planificación y diseño general de la compañía. Analizar la participación, monitorear el compromiso y evaluar el impacto en los comportamientos y objetivos ayudará a determinar la forma más eficaz de mejorar la comunicación.