
Ganarse al consumidor es ganarse su confianza; ¿cómo hacerlo a través de las redes sociales?
El momento de la comunicación unidireccional ha quedado en el pasado. Antes las empresas buscaban transmitir una información determinada a sus clientes o posibles clientes y que éstos la asimilaran para consecuentemente adquirir sus productos o servicios. Sin embargo, el perfil del consumidor ha cambiado y ya no es suficiente con que tenga información sobre un producto para que quiera tenerlo.
Ahora la marca necesita conectar con sus necesidades y, debido a los cambios sucedidos en esta época respecto a las nuevas tecnologías, la mejor manera de hacerlo es a través de las redes sociales. Estas plataformas son ideales para amplificar el mensaje de una marca y para defender la misma ante el consumidor.
Cumplir la primera de estas estrategias implica procurar que el mensaje emitido tenga más fuerza y llegue más rápido al máximo número posible de gente; para ello las redes sociales son el canal ideal pero esto no garantiza que el mensaje a difundir sea positivo o negativo. Aquí es donde entra en juego la parte de defender la marca ante el consumidor.
Se busca convencer al mismo de que la marca reúne sus requisitos y conecta con sus intereses. Esto se consigue conectando con los líderes de influencia que se pueden encontrar en las redes sociales y animándolos a que interactúen con otros consumidores favoreciendo así la interacción entre la marca y el público. Por supuesto, para convencer a estos líderes el único camino posible es que los productos y servicios en cuestión estén respaldados por la calidad.
Para ganarse la confianza de los consumidores, se haga esto a través de los líderes o no, estos deben tener una serie de recompensas palpables tales como status, poder o descuentos. Todas ellas deben de ir orientadas a sus acciones futuras ya que sólo así se logra la interacción con la marca.
Este es un camino largo y nada fácil pero conseguir recorrerlo merece la pena puesto que será un ahorro de tiempo y de dinero sin que esto influya en los resultados negativamente sino todo lo contrario.
El momento de la comunicación unidireccional ha quedado en el pasado. Antes las empresas buscaban transmitir una información determinada a sus clientes o posibles clientes y que éstos la asimilaran para consecuentemente adquirir sus productos o servicios. Sin embargo, el perfil del consumidor ha cambiado y ya no es suficiente con que tenga información sobre un producto para que quiera tenerlo.
Ahora la marca necesita conectar con sus necesidades y, debido a los cambios sucedidos en esta época respecto a las nuevas tecnologías, la mejor manera de hacerlo es a través de las redes sociales. Estas plataformas son ideales para amplificar el mensaje de una marca y para defender la misma ante el consumidor.
Cumplir la primera de estas estrategias implica procurar que el mensaje emitido tenga más fuerza y llegue más rápido al máximo número posible de gente; para ello las redes sociales son el canal ideal pero esto no garantiza que el mensaje a difundir sea positivo o negativo. Aquí es donde entra en juego la parte de defender la marca ante el consumidor.
Se busca convencer al mismo de que la marca reúne sus requisitos y conecta con sus intereses. Esto se consigue conectando con los líderes de influencia que se pueden encontrar en las redes sociales y animándolos a que interactúen con otros consumidores favoreciendo así la interacción entre la marca y el público. Por supuesto, para convencer a estos líderes el único camino posible es que los productos y servicios en cuestión estén respaldados por la calidad.
Para ganarse la confianza de los consumidores, se haga esto a través de los líderes o no, estos deben tener una serie de recompensas palpables tales como status, poder o descuentos. Todas ellas deben de ir orientadas a sus acciones futuras ya que sólo así se logra la interacción con la marca.
Este es un camino largo y nada fácil pero conseguir recorrerlo merece la pena puesto que será un ahorro de tiempo y de dinero sin que esto influya en los resultados negativamente sino todo lo contrario.