La personalidad que importa en el marketing es la de la marca
Si alguien tuviera que poner en una lista las normas que toda acción de marketing debe cumplir, probablemente esta le resultaría una tarea bastante difícil. Si esta disciplina se caracteriza por algo es por estar abierta a la innovación constante y a contemplar diferentes maneras de hacer las cosas. Sin embargo, todo esto debe ir enfocado hacia la marca y no hacia las personalidades individuales de quienes se encarguen de este campo.
El hecho de que la personalidad juegue un papel muy importante en lo que se refiere al marketing no quiere decir que esta industria no precisa de la comunicación y de la coordinación del trabajo en equipo. Hay que centrarse en la transformación de la marca y para ello hay que dejar de lado los individualismos.
La marca de una empresa sólo estará bien definida si tiene detrás un esfuerzo colectivo de personas que combinen el instinto y la perspicacia con la lógica, el trabajo duro, la tenacidad y la paciencia. Aunque no existe una norma cuando se trata de marketing, quienes trabajen en esta disciplina sí que han de reunir las cualidades anteriores junto con una serie de características que Marketing Week ha enumerado.
En primer lugar los responsables del marketing deben ser humildes. Es decir, han de saber escuchar no sólo las ideas de su equipo o las preferencias de los clientes; también deben saber detectar mediante la observación qué cualidades distinguen a una marca y cual es la mejor manera de promocionarla.
Por otro lado, lo emocional es importante, pero también lo es lo racional y en la combinación de ambos factores está la clave para que un producto o servicio sea emocionalmente convincente.
En cuanto a la resolución de conflictos, el buen marketing debe tener la capacidad de hacer que los problemas complejos parezcan simples e igualmente debe ser versátil para detectar las diferencias puntuales que pueda haber en diferentes sectores y sacar soluciones de las mismas. Todas estas recomendaciones serán más fáciles de llevar a cabo potenciando el trabajo en equipo; no hay que olvidar que la personalidad que importa es la de la marca y no la del encargado del marketing.